El valor de los recuerdos
El valor de los recuerdos
Hace unos días escribía sobre la importancia de poder viajar al pasado gracias a viejas fotografías o películas de mi infancia o incluso anteriores.
Creo que nos pasa a la mayoría: vemos una foto de nuestros padres, con esos tintes rojizos o verdosos (hoy en día se haría con filtro vintage…) y esos peinados altamente demodé y nos quedamos mirándola embobados. Por alguna razón nos atrae y captura nuestra atención.
¿Por qué motivo pasa eso?
En mi caso es porque valoro sumamente todo lo que me recuerda momentos de mi vida que, por una razón u otra, tenía aparcados en algún rincón de mi cabeza.
Este «aparcamiento» es probablemente debido a que, por la gran cantidad de información visual que procesamos cada día, nuestro cerebro traslada todos esos recuerdos que no son inmediatamente útiles al «fondo del armario» de nuestra memoria.
Por eso creo que es importante tener «anclas» que nos permitan acceder a los recuerdos más importantes para nosotros y con solo mirar estas «anclas», gracias al llamado «Efecto magdalena de Proust«, poder revivir plenamente esos momentos.
¿Os podéis imaginar muchos momentos que merecen ser recordados toda la vida más importantes que el Día de vuestra Boda?
Seguramente no haya muchos.
Y si a eso le añadimos el poder volver a escuchar todo lo que ese día se dijo, la música que bailasteis y las voces de personas que puede que ya no estén, el pack es completo.
Sin duda es un recuerdo que hay que conservar a toda cuesta.
Y además es un regalo que acompañará también a todos vuestros seres queridos.
Entonces… ¿Qué esperas?
El valor de los recuerdos está en las emociones que los acompaña y las personas con quien los compartimos.
#cuentametuhistoria
pic by Sierra Katrina Photography
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